Cabría esperar que el riesgo de una nueva pandemia de gripe -o brote de la enfermedad en todo el mundo- fuera mayor en el momento álgido de la temporada de gripe, en invierno, cuando los virus son más abundantes y tienen más probabilidades de propagarse.
Pandemias
En cambio, las seis pandemias de gripe que se han producido desde 1889 surgieron en los meses de primavera y verano. Y eso hizo que algunos científicos de la Universidad de Texas en Austin se preguntaran por qué.
Basándose en su modelo computacional que imita la propagación del virus durante la temporada de gripe, el estudiante de posgrado Spencer Fox y sus colegas encontraron pruebas sólidas de que el retraso en la aparición de las pandemias de gripe se debe a dos factores opuestos: La gripe se propaga mejor en condiciones ambientales y sociales invernales. Sin embargo, las personas infectadas por un virus de la gripe pueden desarrollar una protección inmunitaria temporal contra otros virus de la gripe, lo que frena las posibles pandemias. En conjunto, esto deja un estrecho margen hacia el final de la temporada de gripe para que surjan nuevas pandemias.
Cada una de las seis pandemias de gripe desde 1889 surgió en el hemisferio norte después de la temporada de gripe (líneas discontinuas), en lugar de hacerlo durante el pico de la temporada de gripe. La media de varias temporadas de gripe está representada por una curva, con un pico de actividad normalmente entre finales de diciembre y principios de marzo. Spencer J. Fox
Investigadores
El modelo de los investigadores supone que las personas infectadas por la gripe estacional adquieren inmunidad a largo plazo contra la gripe estacional e inmunidad a corto plazo contra los virus pandémicos emergentes. El modelo incorpora datos sobre la transmisión de la gripe de la temporada 2008-2009 y predijo correctamente el momento de la pandemia de H1N1 de 2009.
Utilizando los superordenadores del Centro de Computación Avanzada de Texas, los científicos utilizaron su modelo para realizar miles de simulaciones en las que los nuevos virus pandémicos surgían en diferentes momentos de la temporada de gripe. Descubrieron que la combinación de las condiciones invernales y la inmunidad cruzada de los virus conducía efectivamente a las pandemias de primavera y verano.
«No sabemos cuándo ni dónde surgirá la próxima pandemia de gripe mortal«, afirma Lauren Ancel Meyers, profesora del Departamento de Biología Integrativa y principal investigadora del estudio. «Sin embargo, la típica temporada de gripe deja una estela de inmunidad que impide la propagación de nuevos virus.
Nuestro estudio demuestra que esto crea una ventana estrecha y predecible para la aparición de pandemias en la primavera y principios del verano, lo que puede ayudar a las agencias de salud pública a detectar y responder a nuevas amenazas virales.»
Las investigaciones futuras podrían centrarse en caracterizar con mayor precisión la inmunidad entre cepas que impide la aparición de una pandemia durante la temporada normal de gripe. Los científicos también podrán explorar cómo se manifiestan estos patrones de riesgo pandémico en el hemisferio sur y en las regiones tropicales.
La financiación fue proporcionada por el Instituto Nacional de Ciencias Médicas Generales y la Escuela de Postgrado de la UT Austin.