La Agencia Estadounidense de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa anunció que planea poner en servicio uno de los satélites militares en órbita con una altitud de más de 35 mil km en 2025. En él se instalará un brazo robótico.
El robot dará servicio a los satélites militares.
Ya en 2025, un robot espacial creado para servir al transbordador espacial debería viajar a los satélites militares estadounidenses en órbita a una altitud de 35,4 mil km. Debería acoplarse a él y colocar un nuevo sensor óptico en su cuerpo.
La nave espacial estará asistida por un brazo robótico desarrollado por la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa y el Laboratorio de Investigación Naval, junto con un adaptador especial y un sensor óptico desarrollado por Catalyst Space Technologies.
Aunque el plan parece bastante simple, en realidad requiere mucho esfuerzo implementarlo. Muchas organizaciones públicas y privadas están involucradas en el proyecto. La principal es la Unidad de Innovación en Defensa del Departamento de Defensa de Estados Unidos. Es esta organización la que recientemente se ha involucrado más en el espacio militar.
¿Quién desarrolla el transbordador espacial?
Los preparativos para la implementación del proyecto comenzaron en 2022. En ese momento, la Unidad de Innovación de Defensa identificó a Motive Space Systems de Pasadena, California, como el contratista principal para la creación del equipo de gestión de satélites. El programa se llamó «Modularidad para sistemas espaciales». En enero de 2024, Catalyst se unió al desarrollo espacial.
Al mismo tiempo, una empresa completamente diferente, SpaceLogistics, una filial de Northrop Grumman, creará una nave espacial llamada Mission Robotics Vehicle (MRV). En cuanto a Motiv Space, es precisamente el llamado desarrollador de robots, y se centra en esta parte del proyecto.
En cuanto a Catalyst Space, su tarea principal es desarrollar un sensor óptico que permita a la nave espacial navegar de forma fiable por el espacio. Además, esta empresa crea un adaptador que permite que la nave espacial se conecte tanto al satélite portador como al satélite objetivo.
En cuanto al papel del Laboratorio de Investigación Naval, tienen que reunir todos estos diferentes componentes y probar qué tan bien el robot podrá colocar los nuevos instrumentos que están desarrollando en el satélite.
Todo este proyecto parece enorme tanto desde el punto de vista técnico como organizativo. Después de todo, estamos hablando del hecho de que una nave espacial totalmente comercial llevará a cabo misiones complejas con un satélite militar de varias toneladas lejos de la Tierra.
Sin embargo, el ejército estadounidense cree que el futuro de la defensa espacial se ve así en términos de la capacidad de mejorar las naves espaciales directamente en órbita y en términos de atraer empresas comerciales al proceso.
Según spacenews.com
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