Respecto al artículo de noticias del 29 de febrero «Perched Cape Town aborda el cambio climático talando árboles»:
Como nativo de Ciudad del Cabo, el artículo del Post que revelaba las terribles consecuencias de la catástrofe climática fue profundamente inquietante. Desde la amenaza inminente de grifos secos hasta la cruel práctica de atracar barcos llenos de miles de vacas indefensas, nuestra vida diaria ofrece recordatorios constantes de que nuestro planeta está enfermo.
Para mantener viva la belleza natural de Sudáfrica, debemos hacer todo lo que podamos. Me hice vegano para hacer mi parte cuando descubrí que eliminar la carne, los lácteos y los huevos era un paso poderoso que las personas podían dar para combatir la catástrofe climática. Esto no sólo reduce nuestra huella de carbono, sino que también reduce nuestra huella hídrica.
A nivel mundial, los seres humanos consumimos 5.200 millones de galones de agua cada día. Pero cuando incluimos la huella hídrica de las vacas criadas para consumo humano, las cifras superan los 50 mil millones de galones cada día. Y un estudio de la Universidad de Oxford muestra que los consumidores de carne representan casi 2 ½ veces más emisiones de gases de efecto invernadero por día que los vegetarianos y veganos.
Entonces, actualicemos nuestro «braai» para que gire en torno a alimentos básicos vegetarianos como tofu, legumbres, verduras, frutas y nueces. Un cambio así sería bueno para la salud humana, los animales, Ciudad del Cabo y el resto del mundo.
Jade Napierala, Waipahu, Hawái